Ni bien ni mal sino todo lo contrario.

Un post compartido por una amiga de la casa, Noe Invernizzi, en su perfil de Facebook, gracias al cual descubrimos su capacidad de escritura y por ello decidí compartirlo con uds en TMT… Siguiendo un poco la onda del post anterior, vamos entrando lentamente en materia Sex and the City… Me siento un poco Carrie Bradshaw o algi así… Está bueno.

Espero lo disfruten… Y bienvenida Noe a The Melon Times!! =)

Me estuve cuestionando estos últimos días sobre algunas relaciones contadas mientras tomábamos café y pareciera que de a poco estoy llegando a una conclusión. Existe un tipo de chicas a las que se podría clasificar dentro de la frase I’m too sexy for my shirt.

Sobre este tema existen dos puntos de vista, dependiendo del caso particular de la relación:
Por un lado está el tipo de relación nº 1:

Qué grande boluda!! Levantas como loca, todos los pibes te miran, si uno se te acerca y se da la química entonces perfecto, no hay luego problemas para que surja la diversión. La tipa agarra y despliega todos los encantos, perfumito por aquí, ropa interior sexy por allá, cabello suelto, susurros, todo 10 puntos. Es lo más divertido del mundo ver la cara de un tipo al que le atraes cuando haces un comentario medio picaron.

Todo eso excelente, es divertido con unos cuantos manes, con los que queres pasarla bien unas cuantas veces.

Cuando se presenta el tipo de relación nº 2:

Sucede que, después de tanta diversión la mina busca un poco de paz y tranquilidad, pasarla bien con alguien, pero ese alguien bien, no mas cualquier person con el que hubo “química”.  Salís una noche con tus amigas, libre, despreocupada, a tomar un café quizás, lo que sea, aparece el amigo de tu amiga y ella le invita a sentarse con las chicas. El tipo este, al conocerlo te gusta, llamale flechazo, se conocen, hablan unas semanas, se llaman etc., te vuelve loca de una, es todo (o casi) lo que soñaste y además te tira toda la onda del mundo lógicamente. Uf, el tipo te invita a salir, toman algo, beso por aquí, abrazo por allá, chistecitos por lo bajo, un amor el tipo. Cuando van a la cama es una fiera. Buenísimo…  Hasta que te das cuenta que el tipo es el “vos” en las relaciones mencionadas anteriormente. El tipo muere por vos, pero físicamente, cuando termina la acción el hombre se desaparece, por unos días, tal vez dejan de hablar un tiempito pero solo para volver a comenzar el jueguito de los besitos, abrazos etc.

Y después? Te quedas como una boluda, vos la boluda que está muerta por saber de él, por conocerle a sus viejos, por hablar con el sobrinito, por tener su foto en la billetera. Pero te das cuenta que el no.
Así nomas es el Karma pensaran algunos, pero yo creo que es diferente, es que I’m just too sexy for my shirt, Too sexy que el man al final solo se interesa en los “jueguitos” posteriores. Tal vez la solución sea cortarla un chiqui con los comentarios insinuantes, que en algunos casos de extrema ingenuidad ni siquiera son premeditados. Tal vez la solución sea dejar para después las miradas penetrantes o tan solo disimular la condición innata de ser too sexy. Sea lo que sea, tenemos que aprender a que el man en la mira conozca primero nuestro lado intelectual ja’e chupe que nuestro lado sexy, ver su reacción y luego, cuando estén solos sacar la tigresa de adentro, si él se lo merece.

Tengo que acotar también en esta reflexión, que uno adquiere experiencia extremadamente rápido si es el tipo de persona que concierte al tema. Gracias a que se es too sexy for the shirt una va seleccionando (y tal vez de taquito dp de un tiempo) rápidamente los especímenes acorde a sus necesidades de afecto y comprensión, y poniendo en la lista de “one night stands” a los especímenes animalescos que se aparecen en esas noches de alcohol.

Por último pero no menos importante me gustaría resaltar que el hombre que pase la prueba tendrá el gusto de probar tu sexiness mejor que ningún otro.

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@noeinvernizzi